Evangelización | Carlos Pérez Laporta
Jesús nos busca a pesar de nuestra
indiferencia
Viernes de la 30ª
semana del tiempo ordinario / Lucas 14, 1-6
Evangelio: Lucas 14, 1-6
Un sábado,
entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos lo
estaban espiando.
Había allí,
delante de él un hombre enfermo de hidropesía y tomando la palabra, dijo a los
maestros de la ley y a los fariseos:
«¿Es lícito
curar los sábados, o no?». Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al
enfermo, lo curó y lo despidió. Y a ellos les dijo:
«¿A quién de
vosotros se le cae al pozo el asno o el buey y no lo saca en seguida en día de
sábado?»
Y no pudieron
replicar a esto.
Comentario
Es sorprendente
la libertad con la que Jesús se mueve en medio de la adversidad: «un sábado,
entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo
estaban espiando». Va a allí donde se le odia. Se introduce en el centro de las
confabulaciones. Les está buscando. Pero no es pura provocación. Va a comer
allí. Espera encontrarles realmente, compartir la vida con ellos. Por eso les
pregunta delante del enfermo, a ver si la compasión llega a remover sus
corazones.
Así hace con
nosotros también: pese a nuestras reservas y sospechas, y pese a nuestra
indiferencia cotidiana; entra en la intimidad de nuestro interior y comparte
constantemente la vida con nosotros, tratando de buscar ese momento en que nos
conmovamos, y nuestro corazón pueda dejarle ocupar, no solo el centro, sino
todo el espacio.
Pero ante su
pregunta «ellos se quedaron callados». La pregunta no acusa; es una sugerencia
que abre el espacio a una respuesta libre, que salga desde dentro del corazón
conmovido por la enfermedad de aquel hombre. El corazón puro, que transparenta
la misericordia con la que Dios lo amasó, puede ver a Dios en Cristo que tiende
la mano al preguntar. Sabe Jesús que hasta con los animales puede llegar a
conmoverse el espíritu humano, e insiste para facilitar la respuesta: «¿A quién
de vosotros se le cae al pozo el asno o el buey y no lo saca enseguida en día
de sábado?». Pero ellos sólo buscan «replicar». ¿Nos dejaremos arrastrar
nosotros por la sed de misericordia que arde en nuestro interior?
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