Diálogo Interreligioso | Adriana Masotti
Unidad de los cristianos 2024: Amar a Dios y al
prójimo
La Semana de oración por la unidad de los cristianos
tiene lugar en el hemisferio norte del 18 al 25 de enero, mientras que en el
hemisferio sur suele celebrarse en torno a Pentecostés. El tema, sin embargo,
es común y este año se basa en el Evangelio de Lucas: "Amarás al Señor tu
Dios... y al prójimo como a ti mismo"
“Maestro, ¿qué debo hacer para tener vida eterna?
Jesús le dijo: ¿Qué está escrito en la ley de Moisés? Ama al Señor tu Dios con
todo tu corazón (...) y ama a tu prójimo como a ti mismo". Jesús le dijo:
Has respondido bien (Lucas 10, 25-28)”
"Ama al Señor tu Dios... y ama a tu prójimo como
a ti mismo". Estas palabras, pronunciadas por Jesús a un maestro de la
Ley, seguidas de la parábola del buen Samaritano que explica quién es el
prójimo, son el tema de la Semana de oración por la unidad de los cristianos de
este año.
Los textos de los comentarios, las oraciones y las
indicaciones sobre cómo vivir este momento fueron preparados por un Grupo
ecuménico de Burkina Faso, coordinado por la Comunidad local Chemin Neuf. Vivir
juntos esta experiencia, refirieron los miembros, fue un verdadero camino de
conversión ecuménica que los llevó a reconocer que el amor de Cristo une a
todos los cristianos y es más fuerte que sus divisiones.
“Jesús preguntó: ¿Cuál de estos tres crees que actuó
como prójimo de aquel hombre que se encontró con los ladrones? El maestro de la
Ley respondió: "El que tuvo compasión de él. Jesús le dijo entonces: Vete
y compórtate de la misma manera”
Los cristianos
de Burkina Faso
La convivencia social no es fácil en Burkina Faso, un
país de África occidental habitado por veintiún millones de personas
pertenecientes a unos sesenta grupos étnicos y donde cerca del 64% de la
población es musulmana, el 9% se adhiere a religiones tradicionales africanas y
el 26% es cristiana (20% católica y 6% protestante). Tras el grave atentado
yihadista del 2016, las condiciones de seguridad y la cohesión social del país
se deterioraron drásticamente.
La proliferación de atentados terroristas, la anarquía
y el tráfico de personas han causado tres mil muertos y casi dos millones de
desplazados internos. Además, se han cerrado miles de escuelas y centros de
salud y se ha destruido gran parte de las infraestructuras socioeconómicas.
Las Iglesias cristianas, en particular, han sido
objeto de ataques armados: sacerdotes, pastores y catequistas han sido
asesinados, otros secuestrados. A causa del terrorismo, se han cerrado la
mayoría de los lugares de culto cristianos en el norte, este y noroeste del
país. Las celebraciones sólo son posibles en las grandes ciudades y bajo
protección policial.
Esfuerzos por
la reconciliación y la paz
En este contexto, a pesar de todo, crece una cierta
solidaridad entre las religiones y sus líderes se esfuerzan por la
reconciliación y la cohesión social. Un ejemplo es la Comisión para el diálogo
cristiano-musulmán de la Conferencia episcopal de Burkina Faso-Níger, que está
realizando un notable esfuerzo para promover el diálogo y la cooperación entre
los diferentes grupos étnicos.
El amor al prójimo más allá de toda pertenencia,
mandado por Jesús, se pone a prueba, pero el testimonio de los cristianos
parece aún más necesario en ese país. Entre los cristianos de Burkina Faso
existe un vivo deseo y conciencia de la necesidad, tal como se lee en el texto
de presentación de la Semana, de redescubrir su unidad en Cristo, y las
comunidades son conscientes de que las divisiones entre cristianos hieren no
sólo a la Iglesia, sino también a Cristo, y por ello han tendido puentes
comprometiéndose "irreversiblemente a recorrer el camino de la
investigación ecuménica, escuchando así al Espíritu del Señor".
La propuesta de
los textos para una celebración común
Tras el proceso de redacción inicial, un grupo
internacional designado conjuntamente por la parte católica por el Dicasterio
para la promoción de la unidad de los cristianos y la Comisión Fe y
Constitución del Consejo ecuménico de las Iglesias se reunió en Roma en
septiembre del 2022, para revisar y redactar, junto con el grupo de redacción
local, el borrador final de los textos para la Semana de oración por la unidad de los cristianos de este
año, ahora publicados y a disposición de los cristianos
de todo el mundo.
En los textos se proponen ocho esquemas de celebración
de la Palabra de Dios, destinados a favorecer la oración en común con los
hermanos y hermanas de las distintas confesiones presentes en los diversos
territorios.
Un camino nada
fácil
Jesús rezó para que sus discípulos fueran todos uno,
pero el camino no es fácil: "el desconocimiento mutuo entre las Iglesias –
se lee en el texto preparado para la celebración de la Semana de oración por la
unidad de los cristianos – y la sospecha recíproca debilitan el compromiso de
emprender la vía ecuménica. Algunos pueden temer que el ecumenismo conduzca a
una pérdida de identidad confesional e impida el ‘crecimiento’ de su
Iglesia".
“Para recorrer el camino del ecumenismo se necesita
confianza y esperanza. Y es necesario – prosigue el texto – que las Iglesias
incluyan cada vez más iniciativas ecuménicas en sus planes pastorales y
promuevan la formación ecuménica entre los agentes pastorales y todos los
fieles. Una verdadera conversión espiritual, pastoral y eclesial, sin
proselitismo, es esencial para un verdadero diálogo ecuménico. La unidad de los
cristianos es una gracia que hay que pedir a Dios en la oración".
La búsqueda de
la unidad: la oración es esencial
La fecha tradicional, con respecto al hemisferio
norte, para la celebración de la Semana de oración por la unidad de los
cristianos, del 18 al 25 de enero, fue propuesta en 1908 por el Padre Paul
Wattson – que en esa fecha celebró por primera vez un "Octavario de
oración por la unidad" en Graymoor (Nueva York) – porque caía entre la
fiesta de la Cátedra de San Pedro y la de la Conversión de San Pablo y, por
tanto, tiene un significado simbólico.
En 1935 fue el abad Paul Couturier, en Francia, quien
promovió la "Semana universal de oración por la unidad de los
cristianos", basada en la oración por "la unidad querida por
Cristo". En 1964, en Jerusalén, el Papa Pablo VI y el Patriarca Atenágoras
I rezaron juntos la oración de Jesús "para que todos sean uno" y, ese
mismo año, el Decreto sobre el ecumenismo del Concilio Vaticano II subrayó que
la oración es el alma del Movimiento ecuménico, alentando la celebración de la
Semana.
En el 2021 el Papa Francisco invitó a todos los
bautizados a emprender juntos un camino para construir una Iglesia sinodal, y
en la Vigilia Ecuménica del 30 de septiembre, en vísperas de la primera fase de la XVI Asamblea del Sínodo de los
Obispos, observó: "El silencio es esencial en el camino de la unidad de
los cristianos. De hecho, es fundamental para la oración, de la que parte el
ecumenismo y sin la cual es estéril".
Chemin Neuf:
hagamos juntos todo lo que podamos
La comunidad católica Chemin Neuf, formada por laicos
y religiosos, fue fundada en 1973 en Lyon (Francia) por el padre jesuita
Laurent Fabre. Hoy cuenta con unos dos mil hermanos y hermanas en una treintena
de países. Es una realidad eclesial con una fuerte vocación ecuménica.
"Nos atrevemos a creer en la unidad visible de la
Iglesia – está escrito en sus Constituciones – y recibimos como misión trabajar
por ella con todas nuestras fuerzas, teniendo el deseo de hacer nuestra la
oración de Jesús, que es el primero que reza por la unidad". Fue
precisamente el grupo local de Chemin Neuf el que apoyó a los cristianos de
Burkina Faso en la preparación de los textos para la Semana de oración por la
unidad de este año.
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