Humanismo Integral | Beatrice Guarrera
El Documento sobre la
Fraternidad Humana marca un hito
En una carta a
los fieles, el Vicario Apostólico de Arabia del Sur recuerda el quinto
aniversario del viaje del Papa a los Emiratos Árabes Unidos y la firma del
Documento de Francisco y el Gran Imán de al-Azhar
“Un
acontecimiento extraordinario que marcó profundamente nuestro vicariato
apostólico y el país, dando un impulso decisivo al diálogo interreligioso”
Monseñor Paolo
Martinelli, vicario apostólico de Arabia del Sur, recuerda así el quinto
aniversario del viaje apostólico del Papa Francisco a los Emiratos Árabes
Unidos y la firma, el 4 de febrero de 2019 en Abu Dabi, del Documento sobre la
Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común.
"El
recuerdo de aquellos días – escribió Martinelli en una carta dirigida a los
fieles – todavía llena nuestros corazones de gratitud y despierta en nosotros
un profundo sentido de responsabilidad hacia la Iglesia y el mundo
entero". La visita del Pontífice fue "una oportunidad para
reconocernos como parte de la única Iglesia de Cristo y renovar nuestro
compromiso con un testimonio cristiano humilde y fiel en el contexto de la
península arábiga".
El recuerdo
va, en particular, a la misa presidida el 5 de febrero por Francisco en la ciudad
deportiva Zayed de Abu Dabi y a las palabras de la homilía:
“Se dice que
entre el Evangelio escrito y el Evangelio vivido existe la misma diferencia que
entre la música escrita y la música interpretada. Vosotros conocéis la melodía
del Evangelio y vivís la emoción de su ritmo. Sois un coro compuesto por una
variedad de naciones, lenguas y ritos; una diversidad que el Espíritu Santo ama
y quiere armonizar cada vez más, para hacer una sinfonía. Esta alegre polifonía
de la fe es un testimonio que dais a todos y que edifica la Iglesia”
Según el
vicario apostólico de Arabia del Sur, esta polifonía, a la que están llamados
los fieles locales, es una responsabilidad de toda la Iglesia:
"Experimentar la diversidad en la unidad es nuestra tarea primordial. Somos
una Iglesia de migrantes, somos una Iglesia 'peregrina'. Por eso tenemos una
oportunidad única de enriquecernos mutuamente compartiendo nuestros dones,
talentos, culturas y tradiciones. La Iglesia y el mundo necesitan ver en
nosotros que la diversidad no es un problema ni un obstáculo, sino una riqueza
que viene de Dios para el bien de todos".
En su carta,
monseñor Martinelli expresa su gratitud a su predecesor, monseñor Paul Hinder,
y a los gobernantes del país, especialmente al jeque Mohamed bin Zayed Al
Nahyan, presidente de los Emiratos Árabes Unidos, "por invitar al Santo
Padre y hacer todos los preparativos para un viaje memorable, facilitando la
firma del documento profético sobre la fraternidad humana".
Es, de hecho,
"un hito destinado a marcar el futuro de las relaciones entre las
religiones". Monseñor Martinelli invita a releerlo y adoptarlo en los
momentos de formación cristiana: "En este momento dramático de la historia
de la humanidad, marcado por tantos conflictos, sentimos la responsabilidad de
difundir a todos el espíritu del documento de Abu Dabi”.
“Nuestra fe
cristiana nos impulsa a dar testimonio de la alegría del Evangelio y a ser
promotores de paz y justicia entre todos los hombres de buena voluntad”
Renovando la
invitación a los fieles locales a participar en las iniciativas promovidas por
la Casa de la Familia Abrahámica (que se estableció en Abu Dabi a raíz del
documento), el vicario apostólico concluyó expresando su "gran afecto por
el Santo Padre y gratitud por su precioso magisterio y paternidad" y
asegurándole su apoyo en la oración.
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