Nuestra Fe | VN
Asís, inauguran
celebraciones de los 800 años del Cántico de las Criaturas
El sábado 11
de enero, se desarrolló una jornada de música y oración. Asimismo, se expuso la
transcripción más antigua de este emblemático texto conservada en el Sacro
Convento.
Con la ofrenda
floral al cuerpo de San Francisco y la bendición de los ministros generales de
la Primera Orden Franciscana, concluyó el sábado 11 de enero, en la Basílica de
San Francisco de Asís, la celebración de inauguración del VIII centenario de la
composición del Cántico de las Criaturas, la célebre composición del Poverello.
Coincidiendo con la Jornada Internacional de la Gracia, el evento fue
acompañado por la interpretación, por parte de la Capilla Musical de la
Basílica de San Francisco y de la Coral de la Porciúncula, del Cántico en la
versión musical del Padre Domenico Stella, OFMConv.
El primer
momento de oración, a partir de las 10.00 horas, tuvo lugar en el Santuario
franciscano de San Damián, y el segundo en la iglesia concatedral de Santa
María la Mayor/Santuario de la Expoliación. Al 800º aniversario del Cántico de
las Criaturas, también conocido como "Cántico del Hermano Sol", está
dedicada una sección del número de enero de la revista San Francesco Patrono
d'Italia, que ya se encuentra disponible.
Fray Carlo
Bottero, OFMConv, director de la Biblioteca del Sacro Convento, analizó la
génesis de la composición, cuya transcripción más antigua se conserva en la
misma biblioteca dentro del Códice 338, expuesto para la ocasión en la iglesia
baja de la Basílica. Por último, la jornada sirvió para pedir un primer balance
de la trayectoria de los centenarios franciscanos y algunas aportaciones para
el aniversario del Cántico del Hermano Sol al Hermano Carlos A. Trovarelli,
Ministro General de la Orden de Hermanos Menores Conventuales.
Al acto
asistieron todos los representantes de la Conferencia de la Familia Franciscana
y monseñor Domenico Sorrentino, obispo de las diócesis de Asís-Nocera
Umbra-Gualdo Tadino y Foligno, así como representantes de la administración
municipal que apoyó la iniciativa.
Fray Mauro
Botti, guardián del Santuario de San Damián, hizo los honores. "El mensaje
de Francisco ha trascendido los confines de la Familia Franciscana, dijo fray
Massimo Fusarelli, Ministro General de la Orden de los Frailes Menores, y
después de 800 años sigue inspirando a muchos hombres y mujeres de buena
voluntad, ya sea que lo lean como poesía, como alabanza cristiana o como
oración ecuménica o interreligiosa".
Fray Francesco
Piloni, ministro provincial de Umbría y Cerdeña, inauguró oficialmente el
centenario, en la Sala del Cántico, adyacente al jardín cerca del cual se
encontraba la "celda de las esteras", que albergaba al Santo de Asís:
"A pesar de la ceguera que marcó los últimos años de su vida, subrayó, el
Cántico tiene la mirada de fe profunda de quien reconoce la belleza de la
creación como reflejo de la perfección divina”.
Monseñor
Sorrentino concluyó la celebración recordando cómo las dos últimas estrofas del
Cántico fueron concebidas en el Episcopado. "Mi deseo -dijo- es que, para
toda la comunidad eclesial y como rebrote para la comunidad universal, este
cántico se convierta en el Cántico de la Paz Mundial".
El Cántico de las Criaturas
Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Alabado seas, mi Señor,
por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran
en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...