Paz | Salvatore Cernuzio
Francisco: No nacimos para
matar, busquemos caminos de paz
Al final de la
audiencia general, Francisco relanza el llamamiento a hacer “todo” para acabar
con la violencia y los conflictos: “La guerra es siempre una derrota”.
Enumerando los paÃses martirizados, el PontÃfice pide a los fieles que sigan
rezando por la paz y "hagan penitencia por la paz".
“No nacimos
para matar, sino para ayudar a las personas a crecer, para que puedan encontrar
caminos de paz”. Con expresión contrita y la voz ronca, debido a la bronquitis
que lo aqueja desde hace dÃas y que le ha impedido también leer la catequesis
de este miércoles, el Papa Francisco habla al final de la audiencia general de
hoy, 12 de febrero, en el Aula Pablo VI, y vuelve a pedir paz para un mundo
donde las treguas y las negociaciones aparecen cada vez más frágiles y la única
certeza parece ser el sonido de las armas.
Hacer crecer a la gente
“Pienso en
tantos paÃses que están en guerra”, subraya el Papa apartando la mirada de la
hoja en blanco. “Hermanos, hermanas, oremos por la paz, hagamos lo mejor que
podamos por la paz. No olviden que la guerra es siempre una derrota”.
No nacimos
para matar, sino para ayudar a las personas a crecer, para que puedan encontrar
caminos de paz. Por favor, pidan por la paz en sus oraciones diarias.
Haciendo penitencia por la paz
Como siempre,
el Papa enumera las tierras afectadas: “Ucrania mártir, cuánto sufre…”, dice,
deteniéndose entre una palabra y otra. “Piensen en Palestina, Israel, Myanmar,
Kivu del Norte, Sudán del Sur, tantos paÃses en guerra”.
Por favor,
oremos por la paz. Hagamos penitencia por la paz
Este último es
un recordatorio de las numerosas iniciativas de ayuno y oración por la paz
lanzadas durante el pontificado. El último el 7 de octubre de 2024, primer
aniversario del ataque terrorista perpetrado por Hamás en Israel que sacó a la
luz la brutalidad vivida en Tierra Santa.
Escucha el clamor de los hermanos
Siempre con la
mirada puesta en los pueblos que sufren, el Papa, en su saludo a los fieles
franceses, les exhorta a pedir a Dios que conserve el corazón de cada uno
"humilde y abierto" para escuchar "el grito de los
hermanos" y "poder reconocer su presencia en las debilidades y en las
heridas del mundo". Un llamamiento similar se dirigió también al saludo a
los peregrinos polacos con la llamada a “ver a Jesús en cuanto viven en el
abandono y en circunstancias difÃciles” y un pensamiento especial para los enfermos,
las personas solas y las vÃctimas de las inundaciones: “Ayudadles y llevadles
la esperanza que viene del Señor”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...