Otro 24 de abril

Consideraciones | Antonio Lluberes, sj.

Otro 24 de abril

Hace ya muchos años, 55 años, la tarde del 24 de abril de 1965 la sociedad dominicana fue sacudida por una rebelión de oficiales de las armas dominicanas que indignadas por el derrocamiento del gobierno del profesor Juan Bosch en 1963 luchaban por el retorno a la legalidad, la constitucionalidad, la justicia y la democracia.

Era una conspiración que se gestaba desde hacía tiempo bajo la inspiración del coronel Rafael Fernández Domínguez y otros compañeros. Pero todo explotó con un grupo de rebeldes en la fortaleza 16 de agosto de la autopista Duarte.

La voz de José Francisco Peña Gómez la dio a conocer por la radio y la sociedad dominicana conmocionada, sacudida, enfervorizada y animada salió a las calles.

Lo que se pensaba un jubilo, la reposición gozosa de Bosch y de la constitución, se convirtió en una guerra civil, una revolución, una intervención militar americana. Se formó un gobierno provisional presidido por Francisco Alberto Caamaño, se organizaron los partidos y grupos populares en comandos. Floreció el arte, la música, pintura y el teatro, se redescubrió la historia.  La presencia militar americana frustró el retorno y la revolución, pero ya sea revolución o reacción, ya la sociedad dominicana seria otra.

Abril sacudió la sociedad dominicana. Se defendió el principio de la institucionalidad, del respeto constitucional. Creció la migración y las clases medias. Se desarrolló la educación con mas escuelas y universidades. La economía se dinamizó. Pasamos de ser una sociedad tradicional y nos modernizamos.

Se insertó un sueño, sueño de un cambio querido, buscado y frustrado, inserto en el corazón de muchos dominicanos, que de cuando en vez aflora y busca hacerse. Un sueño que se duerme, como que despierta y parece como que no despierta. Pendiente.