La Iglesia en el Mundo | Irak/AICA
Francisco concluye su visita histórica a la martirizada Irak
El Papa vuela hacia Roma tras tres días de estadía en ese país
donde los yihadistas persiguieron y martirizaron a los cristianos.
"¡Salam, salam, salam! Que Dios los bendiga a todos", en saludo final
La visita apostólica del papa Francisco a Irak terminó hoy con
el lema evangélico "Todos son hermanos" y considerada
"histórica" por tratarse de la primera de un pontífice en el país
árabe y de mayoría chiíta. La peregrinación largamente deseada había comenzado
el pasado viernes 5 de marzo y tenía por objetivo abrazar a un pueblo que ha
sufrido tanto pero que también ha desarrollado un gran deseo de redención y de
un futuro de paz.
La despedida de la Nunciatura Apostólica esta mañana, y luego
el traslado en coche al aeropuerto internacional de Bagdad, donde el pontífice
llegó hacia las 9.20, según el horario previsto, 7.20 horas en Italia y
despegue a las 7.54.
En el aeropuerto, como estaba previsto, Francisco fue
despedido por el presidente de la República Barham Salih con su esposa, las
delegaciones. Hubo una breve reunión privada de unos diez minutos en el
vestíbulo interior. A continuación, el Papa recorrió la larga alfombra roja
para saludar a los representantes civiles y religiosos que le habían seguido
durante estos tres intensos días.
A continuación, el pontífice embarcó en el avión A330 de
Alitalia que le llevará de vuelta a Roma en poco más de 5 horas, donde está
previsto que llegue a las 12.45 horas. Apenas despegó el avión, el presidente Salih
envía un tuit: "Saludamos a Su Santidad el Papa Francisco que fue nuestro
invitado en Bagdad, Nayaf, Ur, Nínive y Erbil -escribe- trayendo un gran
mensaje de humanidad y solidaridad con nuestro país. Su presencia, signo de paz
y amor, permanecerá para siempre en el corazón de todos los iraquíes".
En el avión como es habitual, está prevista la conferencia de
prensa, entre el Papa y unos 75 periodistas que cubrieron el 33 viaje
apostólico.
Quedaron fijadas para siempre en los corazones de los
iraquíes, las últimas palabras de saludo del Papa, pronunciadas ayer tras la
misa en Erbil en el estadio Hariri: "¡Salam, salam, salam! Que Dios los
bendiga a todos. Que Dios bendiga a Irak. Este país", volvió a decir el
Papa, "permanecerá siempre en mi corazón. El encuentro con el gran ayatolá
al Sistani en Nayaf, la oración contra la guerra en Mosul, antiguo bastión del
IS; el abrazo a los cristianos de la llanura de Nínive, a quienes el Papa animó
a no rendirse, a perdonar y a no perder nunca la esperanza.
"En estos días -dijo ayer Francisco- he escuchado voces
de dolor y angustia, pero también he escuchado voces de esperanza y consuelo.
El terrorismo y la muerte nunca tienen la última palabra: "Quien sigue los
caminos de Dios no puede estar contra alguien, sino a favor de todos".
Apenas partió el avión de Bagdad, el Santo Padre envió al
presidente iraquí un telegrama en el que le expresó su profunda gratitud al
presidente y al pueblo iraquí, por la “cálida acogida y la generosa
hospitalidad que le dispensaron durante su estancia”.
“Con fervientes buenos deseos y oraciones por la paz, la
unidad y la prosperidad de la Nación, Francisco, en su telegrama invocó sobre
todos, las bendiciones del Dios Altísimo”, concluyó.
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