Espiritualidad
| Paulina Camacho/ Hozana
Novena a San José, maestro de virtudes
A
muchos Dios les exige poco, a otros más y a algunos todo. De San José Dios
pidió todo sin condiciones y él le respondió con una entrega sin comparación.
San José por el papel que Dios le dio en la Historia de la Salvación se
distingue por cualidades y virtudes como las de ningún hombre. Es el esposo de
María y el padre de Jesús, su misión única y grandiosa nos enseña que cuando se
es dócil a la voluntad de Dios confiando en Él plenamente, permitimos que se
lleve a cabo su plan divino.
Para
prepararnos para su fiesta: unámonos a la gran novena a San José, más de 15.000
personas ya están participando. Cada día, habrá una meditación en línea sobre
una virtud del Santo Patrono de la Iglesia.
Para
la Iglesia Católica, los santos son modelos de vidas ejemplares que nos
recuerdan que es posible vivir en sintonía con los planes de Dios, o bien nos
invitan “a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad. Su
vida es una prueba concreta de que es posible vivir el Evangelio [1].”
Podemos
estar seguros de que Dios vio en San José a un hombre lleno de virtudes [2], a
una persona que podía cargar con el peso de la misión que le iba a encomendar.
De esta manera el padre terrenal de Jesús, es considerado un maestro de
virtudes que es puesto en el centro de la Sagrada Familia para enseñarnos a
vivir para y por Jesús.
Algunas
de las virtudes que más llaman mi atención de San José son las siguientes:
Fe
San
José es modelo de esta gran virtud pues toda su vida fue un acto de fe ya que
creía, no discutía y obedecía. Recibe como suyo el fruto del vientre puro de
María -Jesús- y se convierte en su padre. Así mismo, nosotros siendo dóciles a
la voluntad de Dios, también podemos caminar en la fe sabiendo que sus planes
para nuestra vida nos llevarán a tener a Jesús en nuestro corazón, así como el
carpintero de Nazaret lo acogió en su casa.
Castidad
San
José es el patrón de la castidad por excelencia, así como el modelo de las
almas que aman la pureza. La castidad de San José expresa que de la pureza nace
el amor. Solo un corazón igual de puro
como el de María pudo haber sido encomendado a la tarea de desposarla, cuidarla
fielmente en el matrimonio y perpetuar su santa virginidad. Dice San Josemaría
Escrivá: “Quien no sea capaz de entender un amor así, sabe muy poco de lo que
es el verdadero amor y desconoce por entero el sentido cristiano de la
castidad.”
Referencias.
San
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Redemptoris custos. Ciudad del Vaticano
1989
https://www.santoscatolicos.org/san-jose/virtudes/
Stramare,
Tarciso. Le puso por nombre Jesús. Cuadernos de Palabra, Madrid 2001.
Catecismo
de la Iglesia Católica
[1]
S.S. Francisco, Patris Corde, Carta Apostólica. Ciudad del Vaticano 2020.
[2]
Para el Catecismo de la Iglesia Católica, “La virtud es una disposición
habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no solo realizar actos
buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y
espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a
través de acciones concretas. El objetivo de una vida virtuosa consiste en
llegar a ser semejante a Dios.” (CCE, 1803)
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