Lectura Orante |
Marcos Plante, MSC
Instrucción
privada a los discípulos
Léase atentamente el texto de Marcos 7, 17-23,
subrayando las palabras de Jesús:
“Cuando dejó a la gente y entró en casa, sus
discípulos le preguntaron por el sentido de la comparación (Nada de lo que
entra en el ser humano puede mancharlo. Lo que sale de su interior es lo que
mancha al ser humano), Jesús les dijo: ¿De modo que tampoco ustedes entienden?
¿No comprenden que nada de lo que entra en el ser humano puede mancharlo, puesto
que no entra en su corazón, sino en el vientre, y va a parar a la letrina? Y
añadió: -Lo que sale del hombre, eso es lo que mancha al hombre. Porque es del
corazón de los seres humanos, de donde salen los malos pensamientos,
fornicaciones, robos, adulterios, codicias, perversidades, fraude, libertinaje,
envidias, injuria, soberbia y necedad. Todas estas maldades salen de su
interior y manchan al ser humano.”
1º Paso:
Interpretación: En privado, en casa, Jesús explica a los discípulos que la
auténtica moralidad no pende de alimentos que se comen o no, sino de las
prácticas malas o buenas que salen del corazón. Luego él enumera una lista de
las maldades que manchan y arruinan la convivencia humana. Así la fuente de
toda vida moral positiva o negativa se origina en el corazón humano o sea en su
consciencia.
2º Paso:
Meditación:
Con esta lista de las prácticas malas, Jesús me invita a mirar mi corazón como
fuente de una vida sana o malsana. Pues todo lo que sale del corazón y daña la
convivencia con los demás debe extirparse del corazón. Ante todo, lo que salva
a la humanidad es una consciencia sana que busca la felicidad de los demás. En
definitiva, no se trata de eliminar los alimentos que, si se comen con
moderación, no hacen ningún daño, más bien dan vida al cuerpo. Lo importante es
un corazón sano. (Entre todos se medita sobre la consciencia, fuente de vida
sana o malsana).
3º Paso: Oración: El malvado
escucha la voz del pecado en el fondo de su corazón. No teme a Dios, ni
siquiera en su presencia, porque se tiene en tan alta estima que es incapaz de
apreciar su culpa y detestarla. Señor, prolonga tu amor con los que te conocen,
y tu fidelidad con los limpios de corazón. Sal 36, 2-3.11. Señor, haz que de la
fuente de mi corazón o conciencia salga sólo la lealtad y el amor al prójimo.
(Se ora cada uno a su turno).
4º Paso:
Contemplación: Esta vez, estoy sólo con los discípulos oyendo a Jesús
explicar las reglas de la vida moral. Según Jesús, la consciencia o el interior
del ser humano es la fuente de toda actividad buena o mala. Me toca elegir el
bien. ¡Sea esto mi lema! (Frente a Jesús examino mi conciencia, oyendo su
enseñanza).
5º Paso:
Compromiso en la vida: Elijo estar siempre atento al bienestar de la
humanidad que me rodea. ADH 871
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...