Actualidad Mundial | Agencia Fides
Alimentar a los hambrientos. Brotes de misericordia
franciscana en el gélido invierno ruso
"Trae
un kilo". En ruso, "Prinesi kilogramm". Asñi se llama, también
este año, la campaña de recogida de alimentos promovida en Moscú por los
franciscanos conventuales para ayudar a las personas de la capital, y no sólo,
que luchan por encontrar comida cada día.
La
adquisición de alimentos para los necesitados se está convirtiendo en un
compromiso periódico frecuente para los franciscanos conventuales de Moscú, y
se realiza al menos dos veces al año, antes de Navidad y antes de Pascua. Este
año, la campaña prenavideña ha comenzado el 28 de noviembre, el día después del
primer domingo de Adviento.
La
iniciativa "Prinesi kilogramm" lleva nueve años funcionando, dos
veces al año, y continúa hasta Navidad. Se invita a quienes participen en la
recogida a que lleven al menos 1 kg de alimentos de larga duración al Convento
de Frailes Menores Conventuales de Moscú. Una parte de los alimentos recogidos
se queda en la capital, mientras que el resto se envía a Kaluga, una ciudad a
unos 200 km al sur de Moscú, donde hay otro convento franciscano.
La
campaña no nació de buenas intenciones humanitarias abstractas e indefinidas.
“Hemos visto un número creciente de personas con dificultades constantes para
encontrar los alimentos necesarios, tanto entre los que asisten a nuestro
convento como fuera de la comunidad”, dice a la Agencia Fides Fr. Piotr
Karnialiuk OFM Conv, fraile-guardián del convento de San Francisco de Moscú y secretario
de la Custodia General de Rusia. “Así que empezamos a organizar recogidas de
alimentos de larga duración dos veces al año, cerca de Semana Santa y Navidad,
y a difundir la noticia de boca en boca a través de los medios de comunicación
social”, continúa Fray Piotr. Al convento acuden personas de la capital y de
los pueblos de los alrededores. Traen como regalo paquetes de arroz, pasta de
trigo y productos enlatados. Al final del periodo de recogida, los alimentos
almacenados se distribuyen a quienes acuden a la puerta de los conventos de
Moscú o Kaluga y piden algo de comer. “Así, al ayudar a los necesitados con las
necesidades más básicas, también experimentamos el milagro de la gratuidad y
damos pasos en el camino de la caridad”, comenta el padre guardián.
La
historia reciente de la Orden en Rusia y Kazajstán comenzó tras la caída de la
URSS, cuando en 1993 los Hermanos Menores Conventuales fueron llamados a esas
tierras por Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, entonces Administrador Apostólico de
la Rusia Europea. Inicialmente, los frailes dependían de algunas de las
provincias polacas de la orden, y en 2001 nació la Custodia General Rusa de San
Francisco de Asís (Rossijskaja General'naja Kustodija sv. Franciska
Assizskogo), que desde 2019 incluye también a Kazajistán. En la actualidad,
comprende seis conventos (en Moscú, San Petersburgo, Černjachovsk, Kaluga,
Astrachan' y Nur-Sultan, en Kazajistán), donde viven dieciséis frailes,
procedentes de Lituania, Eslovenia, Polonia, Bielorrusia e Italia. A ellos se
suman tres jóvenes en formación, uno de origen ruso y otro kazajo. Junto a las
diversas iniciativas caritativas, los franciscanos desarrollan también
actividades en el ámbito cultural, gracias a la editorial franciscana
(Izdatel'stvo Fraciskancev), fundada en 1994, que ha traducido al ruso
numerosos documentos pontificios y textos teológicos. El pasado mes de junio,
el Sexto Capítulo General reeligió al P. Dariusz Harasimowicz OFM Conv,
misionero en Rusia desde hace más de veintiséis años, como Custodio General.
Publicado
por Agencia Fides
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