Convivencia | Vatican News
“Su sangre es semilla de conversión para los malvados”
La
archidiócesis de Madrid informa que el pasado 24 de febrero se llevó a cabo la
séptima edición de la Noche de los Testigos. El evento tuvo lugar en la
catedral de Santa María la Real de la Almudena y fue organizado por la
fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN)
Una
cruz profanada de una iglesia de la llanura de Nínive, Iraq, y un icono de la
Anunciación que sufrió disparos de radicales islámicos en la ciudad de Homs,
Siria, presidieron la séptima edición de la Noche de los Testigos, celebrada el
pasado viernes, 24 de febrero, en la catedral de Santa María la Real de la
Almudena y organizada por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada
(ACN). Así lo informa la archidiócesis de Madrid.
Retratos
de cristianos perseguidos y mártires
Junto
a estos dos objetos, signo de la esperanza de los cristianos perseguidos, se
situaron en el presbiterio retratos de cristianos perseguidos y mártires de
2022. Muy presentes estuvieron los cristianos de Nicaragua, de China – donde
diez sacerdotes continúan en paradero desconocido desde enero de 2022 – de
Nigeria y de Mozambique.
Noche
de los testigos
En
la monición de entrada, Javier Menéndez Ros, director de ACN España, afirmó que
el encuentro en la catedral era “para escuchar a Dios, que siempre habla, y para
hablar a Dios, que siempre escucha”. Y así habló Freddy Hannah, el primero de
los testimonios de la noche, natural de Alepo, Siria, de 35 años. Laico del
rito sirio-católico, este doctor en Fisioterapia tuvo que huir en 2012 de su
país tras dos años de guerra. De Siria, que precisamente es un país bíblico,
donde san Pablo tuvo su conversión, donde hoy aún hay lugares en los que se
habla el arameo, idioma de Jesús.
Palabras
del cardenal Osoro en la Noche de los Testigos
Allí,
“los cristianos somos minoría”, pero se relacionaban con normalidad con los
musulmanes, explicó. “No éramos enemigos; éramos amigos”. Tanto, que el Domingo
de Ramos – día no festivo en Siria – él tenía libre “sin problemas”. “Pero de
pronto llega la guerra y todo cambia”, y se desata la persecución yihadista
contra los cristianos. Se empezaron a difundir imágenes de “hombres
crucificados” para “sembrar el terror desde Raqqa”. “Podía haber sido yo”,
reflexionó entonces Hanna. Huido a Valencia, este católico quiso dar las gracias
a entidades como ACN por su ayuda a personas como él.
El
peligro de ser cristiano en Burkina Faso
La
situación de persecución en Burkina Faso fue descrita por el padre Wenceslao
Belem, sacerdote natural de este país en el que el 40 % de su territorio está
tomado por el terrorismo yihadista. Desde 2015, los cristianos no son libres
para la práctica de su fe. Más de 2.000 escuelas han sido cerradas, contó, y
“atacan a iglesias católicas matando o secuestrando a los cristianos, sobre
todo a sacerdotes, catequistas y otros laicos más comprometidos”. La Policía
les protege en las celebraciones de las Eucaristías, “e ir a los pueblos a
atender a la gente pastoralmente es ya muy peligroso”. Por eso, se confiesan
antes de desplazarse, “por si acaso no volviéramos”.
“La
fe en Cristo nos sostiene en medio del dolor”, añadió el sacerdote. Como esa
madre, contó, que vio a los terroristas asesinar a sus propios hijos. “Estaba
traumatizada pero se mantenía únicamente por la fe” y “cuando piensa que sus
hijos murieron por Dios se siente consolada”. En medio de este panorama, “somos
más que vencedores por medio de Aquel que nos amó”.
Belem
fue alumno de Liturgia en el seminario del padre Jacques Yaro Zerbo, sacerdote
fallecido a manos de hombres armados el pasado 2 de enero. “En un país en el
que los terroristas quieren convertir a los cristianos al islam radical a
través de la violencia y del miedo”, la pastoral del padre “producía el efecto
contrario”, afirmó el padre Wenceslao. Por su ejemplo, “muchos jóvenes se convertían
voluntariamente del islam al catolicismo”.
“Con
toda su confianza puesta en Cristo – continuó el padre Wenceslao – era una
persona de oración y tenía mucho ánimo”. Su muerte es ejemplo de esa “gran
esperanza de que la sangre de los testigos es semilla de conversión para los
malvados”. “El padre Jaques dio su vida por mantenerse fiel en el seguimiento
de Cristo”, resumió el sacerdote.
La
alegría del anuncio del Evangelio
El
cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, que presidió la ceremonia, animó en
su meditación a contemplar a Jesucristo, sin avergonzarse de Él. Las
“circunstancias singulares” que vive el mundo actual “nos hacen ver la
necesidad de la presencia de la Iglesia en todos los lugares de la tierra, la
presencia de los amigos de Jesucristo”. Y así, “la dicha nuestra está en seguir
regalando el amor a todos los hombres”. En este remitió a su carta pastoral del
curso, “A la misión: retornar a la alegría del Evangelio”.
Agradecimiento
a Dios
Ante
los numerosos fieles congregados, el arzobispo quiso dar gracias a Dios por
ACN, “que se hace presente allí donde los cristianos tienen necesidad de que
alguien les acompañe” y “que retorne a ellos la alegría de la misión”. Una
alegría que es la de “sabernos discípulos de Jesús, hombres y mujeres que
queremos regalar el amor del Señor a este mundo”. Y recogió el deseo de ayudar
a aquellos que “en medio de las dificultades dan testimonio de Jesús”. “Ellos y
nosotros somos una misma Iglesia”, concluyó el cardenal Osoro.
Publicado
por Vatican News
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