Mundo | Michele Raviart
Zuppi en el 60 aniversario de Pacem in Terris:
Preocupante cultura del rearme
El arzobispo de Bolonia presentó en el Campidoglio de
Roma el encuentro "No habrá paz sin perdón" con motivo del
aniversario de la encÃclica de San Juan XXIII. "Hemos olvidado este texto
y seguimos utilizando la guerra como método de resolución de conflictos",
dijo el cardenal, que pidió un alto el fuego en Gaza y aseguró todo el
compromiso posible por los niños de Ucrania
"Hemos utilizado muy poco la Pacem in
Terris, de vez en cuando la sacamos del cajón. Tiene sesenta años, pero la
hemos usado poco". Lo afirmó el cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de
Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, en su introducción
al encuentro "No hay paz sin perdón", dedicado al aniversario de la
encÃclica de san Juan XXIII sobre la paz de 1963 y organizado en el Campidoglio
de Roma por Cáritas Italiana, la oficina nacional de pastoral social y laboral
de la Conferencia Episcopal Italiana y diversos movimientos y asociaciones.
Recuperar el
conocimiento de la encÃclica
Nacida tras las tragedias de la Primera y la Segunda
Guerra Mundial, ambas vividas por el futuro PontÃfice Giuseppe Roncalli -una
como capellán militar y otra como nuncio apostólico en TurquÃa y Francia-, la
encÃclica reflejaba todo el trágico sufrimiento causado por los dos conflictos
y daba esperanza a la humanidad sobre cómo evitar nuevos conflictos.
"También deberÃamos preguntarnos cómo es posible que en 60 años no hayamos
aprendido, es más, incluso hayamos olvidado, gran parte de la conciencia que
habÃa detrás de la Pacem in Terris", dijo el cardenal Zuppi a
los periodistas antes de la reunión. "
El Magisterio de los Papas", a lo largo de los
años, "ha hecho suya aún más esa intuición del rechazo de la guerra como
método para resolver los conflictos, pero seguimos utilizando la guerra como
método para resolver los conflictos", explicó el presidente de la
Conferencia Episcopal Italiana. Existe una "preocupante cultura del
rearme", dijo, "mientras que nosotros, en cambio, debemos continuar
en esa cultura del desarme, que estaba en el alma de la Pacem in Terris y de
los documentos posteriores".
La Iglesia está
en el punto de mira de todas las crisis
La enseñanza de la encÃclica sigue siendo "muy
actual", reiteró Zuppi, "considerando también la pandemia de guerra
que estamos viviendo". En Tierra Santa, dijo, la esperanza es que se
escuchen las palabras del Papa Francisco sobre el llamamiento al alto el fuego.
"Sólo hay que parar esta violencia que siembra tantas muertes. Las cifras
dicen que, de dos mil a cuatro mil quinientos niños, menores de edad, han sido
asesinados. Esto exige, evidentemente, que cese la violencia". Sobre
Ucrania, "la Iglesia siempre ha puesto el foco en todas las crisis.
Continúa el trabajo de los nuncios para que se siga trabajando por la infancia
y la liberación de niños y rehenes. Buscaremos todos los espacios posibles para
la paz también en Ucrania", volvió a subrayar el arzobispo de Bolonia, a
quien el Papa ha encomendado una misión de paz para el paÃs.
La paz, dijo el cardenal, es el alfabeto de la vida y
una condición normal de la humanidad. No es simplemente "una ruptura con
la guerra". Por eso, no sólo hay que perseguir siempre la idea del
"desarme integral", sino que hay que comportarse como "artesanos
de la paz", que no es una cuestión reservada a los especialistas, y como
"arquitectos de la paz", una actividad que siempre asume una parte creativa.
De hecho, nada es imposible. Nadie habrÃa imaginado las calles de Belfast
pacificadas, la caÃda del muro de BerlÃn y el fin del apartheid en Sudáfrica.
Nos negamos a
ser enemigos
Pero no hay paz sin perdón y justicia. Asà lo recordó
también el testimonio de Laura Munaro, representante para Italia de la “Tent of
nations” (Tienda de las naciones), la granja de Nassar Daud, al sur de Belén,
que escribió en la entrada "nos negamos a ser enemigos".
Perteneciente al abuelo que la compró durante la época otomana, la granja de
Nassar ha sufrido las consecuencias de la ocupación y los asentamientos a lo
largo de los años y ofrece un espacio para cualquier persona,
independientemente de su religión o etnia, y acoge talleres para jóvenes de
campos de refugiados que quieren aprender a cultivar la tierra y para
peregrinos que quieren aprender más sobre Tierra Santa. Otra comunidad agrÃcola
se encuentra en el norte de Colombia, donde trabaja la "Operación
Paloma" de la Comunidad Juan XXIII, representada por Silvia De Munari. Un
grupo de campesinos que, durante décadas de guerra civil, se unieron bajo el
lema "no queremos matar y no queremos que nos maten" y crearon una
comunidad neutral y pacÃfica, y fueron perseguidos por ello.
No hay paz sin
perdón y justicia
El testimonio del perdón como base de cualquier
resolución de conflictos es también el de Giovanni Bachelet, hijo de Vittorio
Bachelet, asesinado por las Brigadas Rojas en 1980 en la Facultad de Ciencias
PolÃticas donde enseñaba en Roma. Leyó y explicó la Pacem in Terris a
su hijo y, en su funeral, fue el propio Giovanni quien pidió perdón por quienes
habÃan fusilado a su padre. Sharizan Shinkuba, de Abjasia, por su parte, contó
su experiencia de reconciliación en la Ciudadela de la Paz de Rondine con un
chico de Georgia tras la guerra de 1991. "Nacà con un enemigo", dijo,
y con el tiempo "aprendà que no tengo que estar de acuerdo con el otro
para amarle".
Marcha por la
paz en Gorizia el 31 de diciembre
El encuentro, en el que también participaron Pax
Christi, Acción Católica, Agesci, Acli, el Movimento de los Focolares y los
frailes franciscanos de AsÃs, fue la primera etapa de un camino de
conmemoración de la Pacem in Terris que culminará con la 56ª
Marcha Nacional por la Paz prevista en Gorizia el 31 de diciembre de 2023 con
el tÃtulo "Inteligencia artificial y paz", tema del mensaje del Papa
Francisco.
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