Nuestra Fe | VN
Que su fe inspire proyectos
y decisiones según el Evangelio
Que la fe que
los ha iluminado y sostenido en el pasado siga inspirando su presente y su
futuro. Lo dijo el Papa Francisco este lunes en Dili en su amplio discurso a
las autoridades, la sociedad civil y al Cuerpo diplomático en su primer
discurso en Timor Oriental, tercera etapa de este Viaje Apostólico
internacional que, tras haber visitado ya Indonesia y Papúa Nueva Guinea, lo
llevará también a Singapur
En su primer
discurso de este lunes, el Papa Francisco se reunió con las autoridades, la
sociedad civil y el Cuerpo diplomático en Dili, la capital de Timor Oriental,
en el Palacio Presidencial como parte de su 45º Viaje Apostólico Internacional,
que tras Indonesia y Papúa Nueva Guinea lo llevará también a Singapur.
Tras saludar a
los presentes, el Pontífice afirmó:
“En este lugar
Asia y Oceanía se rozan y, en cierto sentido, se encuentran con Europa, lejana
geográficamente, pero cercana por el papel que ha tenido en estas latitudes
durante los últimos cinco siglos. No quiero hablar de los piratas holandeses.
De hecho, los primeros misioneros dominicos llegaron desde Portugal en el siglo
XVI, trayendo consigo el catolicismo y la lengua portuguesa; y esta última
junto con el idioma tetum son actualmente los dos idiomas oficiales del Estado”
Inculturación de la fe y evangelización de la cultura
El
cristianismo se incultura, toma las culturas y ahí los diversos ritos
orientales, de los diversos pueblos, porque una de las dimensiones importantes
del cristianismo es la inculturación de la fe. Y, a la vez, evangeliza las
culturas. Este binomio para la vida cristiana es importante: inculturación de
la fe y evangelización de la cultura. No es una fe ideológica, es una fe
enraizada en la cultura.
Tras recordar
que “desde el 28 de noviembre de 1975 hasta el 20 de mayo de 2002, es decir,
desde la declaración de la independencia hasta su restauración definitiva,
Timor Oriental ha vivido los años de su pasión y de su prueba más grande”, el
Obispo de Roma destacó el sufrimiento padecido y añadió:
“Demos gracias
a Dios porque, cuando tuvieron que atravesar un período tan dramático de su
historia, ustedes no perdieron la esperanza, y también porque, después de días
oscuros y difíciles, finalmente ha despuntado un amanecer de paz y de libertad”
Arraigados en la fe
El Santo Padre
recordó que, para alcanzar sus importantes metas, les ha sido de gran ayuda el
estar arraigados en la fe, como lo puso de relieve san Juan Pablo
II cuando visitó su país. A lo que añadió espontáneamente:
“Y esto mismo,
traducido a ahora, yo diría que ustedes son un pueblo sufrido, pero sabio en el
sufrimiento”
La paz de la unidad es superior al conflicto
Además, señaló
que “la unidad es superior al conflicto, siempre. Y que la paz de la unidad es
superior al conflicto”.
“Y para esto
también se requiere una cierta purificación de la memoria, para sanar heridas,
combatir el odio con la reconciliación, la confrontación con la colaboración.
Es lindo hablar de ‘la política de la mano tendida’, es muy sabia, que no es
tonta, ¡no! Porque cuando la mano tendida se ve traicionada, sabe pelear, sabe
llevar adelante las cosas”
El fenómeno de la emigración
Refiriéndose a
los muchos retos actuales, el Papa dirigió su pensamiento al fenómeno de
la emigración, “que constituye siempre un indicador de un
insuficiente o inadecuado uso de los recursos, así como de la dificultad de
ofrecer a todos un empleo que produzca beneficio justo y que garantice a las
familias los ingresos que correspondan a sus necesidades básicas”.
“Y no siempre
es un fenómeno externo. Por ejemplo, en Italia está la emigración del sur hacia
el norte y tenemos toda una región del sur que se va despoblando”
En cuanto a
las “situaciones que pueden ser consideradas verdaderas plagas sociales,
como el abuso en el consumo de bebidas alcohólicas entre los
jóvenes", Francisco añadió:
“¡Por favor,
cuiden eso! ¡Denle ideales a los jóvenes para que salgan de estas trampas! Y
también un fenómeno de incorporación a ciertas bandas que, envalentonadas por
el conocimiento de las artes marciales, en lugar de utilizarlo al servicio de
los indefensos, se aprovechan de él para exhibir el poder efímero y dañino de
la violencia. La violencia siempre es un problema en los pueblos”
Después de
agradecer lo que el presidente de esta nación le había comentado acerca de la
educación, el Santo Padre afirmó:
“La Doctrina
Social de la Iglesia no es una ideología, está basada en la fraternidad. Una
doctrina que tiene que favorecer, favorece el desarrollo de los pueblos, en
especial los más pobres”
Además, el
Papa les dijo “hay una cosa que yo se las quisiera decir, que no está en el
discurso, porque la llevo muy adentro”:
“Este es un
país lindo pero, ¿qué es lo mejor que tiene este país? El pueblo. Cuiden a su
pueblo, amen a su pueblo, hagan crecer ese pueblo. Este pueblo es maravilloso,
es maravilloso. Las pocas horas que estuve se ve cómo un pueblo se expresa, y
el pueblo de ustedes se expresa con dignidad y con alegría. Es un pueblo
alegre”
La riqueza de ser un pueblo joven
En cuanto a la
joven población de este país Francisco se refirió a dos naciones europeas
“donde la edad media es de 46 años y 48 años. Y ustedes, el 65% tiene menos de
30 años, lo cual podemos pensar que la edad media será alrededor de los 30
años, un poco menos. Es una riqueza esa”.
“Sigan
adelante”, prosiguió diciendo. “Creo que hay varias universidades ya, aunque
por ahí son demasiadas, hay más, hay varios colegios secundarios ya, cosa que
quizás hace veinte años no había. Eso es un ritmo de crecimiento muy grande,
¿no?”.
“Inviertan en
la educación, en la educación en la familia y en la educación en la escuela”
El Papa no
olvidó manifestar la alegría que le causa ver sonreír felices a los chicos, con
su entusiasmo y frescura que son la proyección hacia el futuro.
“Y aquí me
permito hacer un consejo: junten a los niños con los abuelos. El encuentro de niños y abuelos provoca sabiduría.
Piénsenlo”
También los
invitó a confiar “en la sabiduría del pueblo”. Porque como les dijo, “el pueblo
tiene su sabiduría. Confíen en esa sabiduría”.
Y concluyó su
alocución encomendando Timor Oriental y todos sus habitantes a la protección de
la Inmaculada Concepción, su Patrona celestial invocada con el título de Virgen
de Aitara.
“Que ella los
acompañe y ayude siempre en la misión de edificar un país libre, democrático, y
solidario y alegre, donde ninguno se sienta excluido y todos puedan vivir en
paz y con dignidad”
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