Vida Religiosa | Sor Amata J. Nowaszewska CSFN
Comunidad en la diversidad:
el ministerio de las hermanas en Australia
Una exsoldado
de una unidad militar de élite de Filipinas, la colaboradora del arzobispo
Karol Wojtyła de Cracovia, una teóloga bielorrusa, unidas por la vocación y la
misión. Viven juntas en comunidades multiculturales, junto a hermanas nacidas
en Australia y aquellas que se mudaron desde Estados Unidos, Polonia, Filipinas
y Bielorrusia. Trabajan tanto con inmigrantes como con comunidades locales,
para promover la integración y construir un sentido de pertenencia.
En línea con
su carisma único, llevan apoyo espiritual y ayuda a las familias. Dicen que
obtienen fuerza de la oración y de la comunidad. La provincia australiana de la
Congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret acaba de realizar
su reunión anual en Baulkham Hills (Sídney). “Trabajamos en lugares diferentes,
por tanto, no siempre logramos vernos. Es el momento de recuperar los que se ha
quedado atrás, de rezar juntas y apoyarnos unas a otras", subraya sor
Maureen, que ha llegado de Estados unidos y desempeña su ministerio en
Australia.
De la unidad especial militar a la orden religiosa
Sor Rita era
una soldado profesional en una unidad de élite de las fuerzas especiales en.
Filipinas. Le gustaban los desafíos y las aventuras. La decisión de hacerse
monja sorprendió a todos. Convenció a su familia diciendo “esta es la decisión
más sensata de mi vida” y no ha cambiado de idea. Vive en Australia desde hace
20 años, donde se ha ganado el título de “doctora de las almas”. Ayuda a las
familias con el ministerio pastoral en el hospital. Además, colabora con la
Asociación de la Sagrada Familia, organizando encuentros de formación para
familias. “Las hermanas de mi comunidad me apoyan de varias formas”, afirmó.
“Una de las formas más importantes de apoyo es su oración. No pueden estar
siempre conmigo, pero cada vez que pueden, estamos juntas con las familias”.
El asombro del Papa y el servicio de compasión
Sor Joanna,
que viene de Polonia, trabaja con los enfermos y los ancianos desde hace más de
30 años. Antes de mudarse a Australia, colaboró con el arzobispo Karol Wojtyla
(después Papa Juan Pablo II) en Cracovia. Su trabajo se basa en dar apoyo
espiritual y emocional a los pacientes en tratamiento a largo plazo y a sus
familias, a menudo en los momentos más difíciles de la vida.
Mencionando su
decisión de ir a Australia, sor Joanna habla de una conversación personal con
el Papa Juan Pablo II durante una audiencia en Roma. La vio entre la multitud y
se detuvo para un momento de conversación. «Giovannina, ¿por qué vas?»,
preguntó sorprendido. Sin embargo, recibió su bendición y una nota escrita a
manos con sus buenos deseos, que conserva todavía hoy como un recuerdo valioso.
“No estamos
aquí para hacer grandes cosas”, explica sor Joanna. “Pero estamos siempre
disponibles para las personas. Pueden llamarnos en cualquier momento, de día y
de noche, y si es necesario estamos ahí”. Su trabajo va más allá de la
comunidad polaca, involucra a personas de distintos orígenes y creencias, según
el lema de los Servicios de la Sagrada Familia: “Hospitalidad, Amor y
Aceptación”.
Responder a las necesidades espirituales
Pera las
hermanas, toda persona es única y su misión es encontrar a las personas donde
están – espiritual y emotivamente. Sor Paula, originaria de Bielorussia,
actualmente trabaja en una escuela católica en Thornton, Newcastle. Su tarea es
la de ofrecer asistencia pastoral tanto a los estudiantes como a los
trabajadores. Quería ir de misión a África, pero decidió responder a una
petición de Australia y encontró aquí su lugar.
“Australia es
un país de misión”, reflexiona. "Las personas aquí necesitan a Dios,
necesitan a Jesús, pero a un Jesús sencillo, no el de los manuales de teología,
sino a Jesús que se sienta con ellos y escucha”. Quiere ayudar a los niños no
solo a conocer la religión, sino sobre todo a amar a Jesús y a la Iglesia.
La fuerza de la comunidad
La
Congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret está presente en
Australia desde hace más de 70 años. Gestionan los Servicios de la Sagrada
Familia en Marayong, que ofrece asistencia a personas mayores con 146 camas,
una aldea de jubilados con 28 residencias y un centro de aprendizaje temprano
para niños pequeños. Además de Marayong, las Hermanas de Nazaret sirven en
otras áreas de Nueva Gales del Sur y Perth.
El encuentro
provincial anual es muy importante para las hermanas. En el congreso que acaba
de concluir, sor Margaret Kozub, superiora provincial, afirma: "La
prioridad de este encuentro es estar juntas y disfrutar de nuestra presencia
juntas. Es un momento de oración, formación y conversación sobre nuestra misión
y sobre las cuestiones de la provincia”. Las hermanas están convencidas de que
la fraternidad es fundamental para su misión en Australia.
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