Espiritualidad | Alina Tufani Díaz
Francisco: El misterio de
Guadalupe es para venerarla, lo demás son ideologías
Ante miles de
fieles, presentes en la misa en la memoria de Nuestra Señora de Guadalupe, en
la Basílica de San Pedro en el Vaticano, Francisco recordó que el misterio
guadalupano es para venerar a la Virgen que en las dificultades y los momentos
felices de la vida nos dice: “No tengas miedo, ¿acaso no estoy yo aquí, que soy
tu Madre?”. La tilma, la Madre y la rosa hacen el misterio guadalupano, más
allá son mentiras ideológicas.
Virgen María de Guadalupe,
concédenos, por tu intercesión, profundizar en nuestra fe por caminos de
justicia y de paz. La oración colecta que abre la tradicional misa en el
Vaticano, en la memoria de la Patrona de América la Virgen de Guadalupe, una
vez más es una celebración especial para los latinoamericanos, que se dan cita
en la Basílica de San Pedro. “La tilma, la rosa, el indio. Todo lo que se
diga del misterio guadalupano más allá de esto es mentira, es querer usarlo
para ideologías” es la frase del Papa Francisco que aún resuena en los
corazones de tantos fieles guadalupanos en el mundo.
La imagen de la “morenita” como la
llaman en México, lugar del encuentro de la Virgen con el Indio Juan Diego y
ante la cual el Santo Padre se quina en reverencia, es el centro de la
celebración, También la interpretación de los cantos de la Capella Sixtina, de
los 50 cantantes del coro responsorial y, como cada año, la participación de
los Coros del Colegio Mexicano y del Pio latino, en Roma. Concelebrada
por unos 30 cardenales y más de 350 sacerdotes, ante miles de fieles, la misa
vio las multicolores y tradicionales ofrendas llevadas por dos familias, con
sus hijos y otros fieles latinoamericanos. Las lecturas en español y portugués,
y la liturgia eucarística, en manos del cardenal Robert Prevost Martínez,
prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión
para América Latina, junto los monseñores Luis Manuel Alí Herrera, secretario
de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y Hilario González
García, Obispo de Saltillo.
La ternura de la maternidad de María
El Papa inició su breve homilía
describiendo la imagen de María, María de Guadalupe, embarazada, que anuncia el
nacimiento del Salvador, embarazada como una madre, y con qué ternura la Virgen
le dice al indio: ‘No tengas miedo, ¿acaso no estoy yo aquí que soy tu Madre?’.
“Se revela la
maternidad de María. Y sobre este misterio de Guadalupe, que lamentablemente
tantas ideologías han querido derivar para sacar provecho ideológico, sobre
este misterio de Guadalupe, me vienen en mente tres cosas, cosas sencillas,
pero que hacen al mensaje: la tilma, la Madre y la rosa. Cosas muy
sencillas”.
En el misterio no caben mentiras ideológicas
El Santo Padre explica que la
maternidad de María queda grabada en esa tilma sencilla. La maternidad de María
-afirma - se muestra con la belleza de las rosas que el indio encuentra y le
lleva. Y por último, la maternidad de María hace el milagro de llevar la fe a
los corazones un poco incrédulos de los prelados.
“La tilma, la
rosa, el indio. Todo lo que se diga del misterio guadalupano más allá de esto
es mentira, es querer usarlo para ideologías. El misterio guadalupano es para
venerarla, y para sentir en nuestros oídos: “¿Acaso no estoy yo aquí, que soy
tu Madre?”. Y eso escucharlo en los momentos de la vida, los diversos momentos
difíciles de la vida, los momentos felices de la vida, los momentos cotidianos
de la vida… “No tengas miedo, ¿acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”. Y
este es todo el mensaje guadalupano. Lo demás son ideologías”.
Francisco concluyó nuevamente con
la imagen de la Virgen de Guadalupe, la de “la Señora en la tilma del indio” y
llevando como una “cantinela” su voz que nos dice repetidamente: “No tengas
miedo, ¿acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”. “Que así sea”, concluyó.
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