Solidaridad | Edoardo Giribaldi
Tutela Minorum: Segundo
informe propone medidas reparadoras contra los abusos
El documento
publicado por la Comisión Pontificia presenta un vademécum con indicaciones
para la "escucha informada" y para el apoyo económico, psicológico y
espiritual a las víctimas. Destaca la necesidad de una comunicación más
transparente, la asunción pública de responsabilidades por parte de la Iglesia
y la agilización de los mecanismos de denuncia.
Un vademécum operativo, elaborado a
partir de la escucha activa de quienes han sufrido abusos en primera persona.
Se trata de unas directrices destinadas a ayudar a las comunidades eclesiales
en la aplicación de "medidas reparadoras", siguiendo paso a paso el
proceso de denuncia y esperando su agilización general. Las directrices
incluyen: "escucha informada" inicial, acceso a la información sobre
el propio caso y apoyo económico, psicológico y espiritual. Todo ello asistido
por declaraciones oficiales transparentes que "reconozcan el daño
causado" y asuman públicamente la responsabilidad. Una "peregrinación
perpetua", así definió el arzobispo Thibault Verny -presidente de la
Pontificia Comisión para la Protección de Menores, nombrada por el Papa León
XIV el pasado mes de julio- la misión que se plasma en el II Informe
anual sobre las políticas de protección en la Iglesia católica, publicado
hoy, 16 de octubre.
Escucha directa a las víctimas y a las organizaciones no eclesiales
Como en el caso del 1er Informe
Anual, el estudio también se ha elaborado mediante la consulta al Grupo de
Escucha de Víctimas y Supervivientes y al Grupo de Enfoque del Informe
Anual de la Comisión. Compuesto de forma voluntaria, fue
seleccionado con criterios de diversidad en cuanto a edad, sexo y origen
étnico, incluyendo cuatro regiones mundiales. Además de estos datos, se
recogieron encuestas de organizaciones no eclesiásticas. Entre las cuestiones
críticas que surgieron estaban la "necesidad de una Iglesia que escuche
más" y la "falta de estructuras de clarificación y de información y
denuncia".
Medidas reparadoras
Una primera parte del Informe está
dedicada a las medidas reparadoras para las víctimas de abusos, basadas en la
"escucha informada" y proporcionales al daño sufrido. El vademécum
destinado a las comunidades locales prevé en primer lugar la creación de
"espacios seguros" donde las víctimas/sobrevivientes puedan compartir
sus experiencias, también directamente con las autoridades eclesiásticas. Se
analiza el concepto de "reparación", que la encíclica Dilexit nos subraya no sólo como "un deber individual, sino como una
responsabilidad compartida de toda la comunidad -con excepción únicamente de
las víctimas/sobrevivientes- para promover un ambiente de atención y respeto
mutuo". A continuación, se pide a la Iglesia que emita declaraciones
oficiales "reconociendo el daño causado" y asumiendo públicamente su
responsabilidad.
Apoyo integral
Luego se aborda el tema del apoyo,
articulado en varios ámbitos, con el fin de garantizar un asesoramiento
profesional y un acompañamiento espiritual a las víctimas/sobrevivientes,
"con un enfoque a largo plazo". Se añade una ayuda económica adecuada
para sufragar los gastos ocasionados por los abusos, incluida la atención
médica y psicológica. El vademécum también prevé reforzar la protección de las
víctimas mediante la imposición de sanciones significativas contra quienes
hayan cometido o facilitado abusos. Las víctimas "no deben quedar en la
incertidumbre sobre la responsabilidad de los autores y de quienes facilitaron
o encubrieron los abusos".
Transparencia y sensibilización
A continuación, el Informe subraya
la necesidad "fundamental" de acceder a la información sobre el
propio caso, elemento esencial en el proceso de curación, y pide programas de
sensibilización dirigidos al clero, los religiosos y los fieles laicos para
promover "un proceso de curación colectivo".
Procedimientos simplificados y comunicación clara
Entre otras conclusiones más
significativas, la Comisión reitera la importancia de desarrollar un
"procedimiento simplificado" para la destitución de los líderes
eclesiásticos implicados en "acciones y/o inacciones administrativas
pasadas que hayan sido fuente de nuevos daños para las
víctimas/sobrevivientes". También se recomienda "comunicar
claramente" las razones de las dimisiones o destituciones y una evaluación
efectiva de los progresos realizados por las iglesias locales y las órdenes
religiosas en la aplicación concreta de las políticas de protección. Para ello,
se propone la creación de una "red académica internacional" en la que
participen centros universitarios católicos especializados en derechos humanos,
prevención de abusos y protección, con el fin de recopilar datos relevantes en
los países que abarca el Informe.
Acompañando al Ministerio de salvaguardia
También se sugiere la creación de
un "mecanismo de denuncia/notificación sistémico y obligatorio", que
sea utilizado por los distintos organismos de protección a nivel local. La
comunidad eclesial, señala el Informe, tiene la capacidad de "promover una
mayor transparencia y el ejercicio de la responsabilidad institucional",
en línea con la petición del Papa Francisco de ofrecer "un informe fiable
sobre lo que está sucediendo y lo que aún debe cambiar, para que las autoridades
competentes puedan actuar". Por último, se reafirma el papel clave de los
nuncios apostólicos dentro de las Iglesias locales, como apoyo y acompañamiento
en el "ministerio de la protección".
Las Iglesias locales examinadas
En la sección 1, el Informe examina
la labor de tutela en las Iglesias locales de varios países, como Italia,
Gabón, Japón, Guinea Ecuatorial, Etiopía, Guinea (Conakry), Bosnia-Herzegovina,
Portugal, Eslovaquia, Malta, Corea, Mozambique, Lesotho, Namibia, Malí, Kenia,
Grecia y la Conferencia Episcopal Regional del Norte de África (que incluye
Argelia, Marruecos, Sáhara Occidental, Libia y Túnez). Los datos se basan en el
análisis de la información recogida a través del proceso ad
limina de la Comisión y se complementan con fuentes adicionales.
El caso italiano
Por lo que respecta a Italia, se
visitaron las diócesis de Lacio, Liguria, Lombardía, Cerdeña, Sicilia,
Emilia-Romaña y Toscana. A lo largo de los años, señala el Informe, se ha
avanzado considerablemente en el desarrollo de "instrumentos y políticas
integrales" de prevención y protección. La Comisión reconoce el trabajo
realizado por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) en la creación de un
sistema multinivel (nacional, regional, diocesano e interdiocesano) de
"coordinación, formación y supervisión", destinado a apoyar a las
Iglesias locales con personal profesional y adecuadamente formado. La
Conferencia informa de la existencia de 16 servicios regionales de tutela, 226
servicios diocesanos e interdiocesanos y 108 centros de escucha. Ofrecen un
servicio pastoral de acogida y recepción de denuncias. Sin embargo, siguen
existiendo algunos retos: la Comisión señala que, aunque algunas iglesias
locales han puesto en marcha iniciativas pioneras y colaboraciones con la
sociedad civil, persisten "disparidades entre las distintas regiones"
y la falta de una oficina centralizada para recibir y analizar las denuncias,
necesaria para garantizar una gestión uniforme y eficaz de los casos.
Iglesias continentales y buenas prácticas
A nivel mundial, señala el
documento, aunque algunas Iglesias de América, Europa y Oceanía muestran un
fuerte compromiso con las reparaciones, existe una "excesiva
dependencia" de la compensación económica, que corre el riesgo de limitar
una "comprensión integral" del proceso de sanación. Además, muchas
zonas de América Central y Latina, África y Asia siguen careciendo de recursos
adecuados para el acompañamiento de víctimas y supervivientes. Sin embargo, se
informa de prácticas ejemplares como: la práctica tradicional de curación comunitaria
Hu Louifi en Tonga; el informe anual sobre los servicios de
acompañamiento a las víctimas en los Estados Unidos; los procesos de revisión
de directrices en curso en Kenia, Malawi y Ghana; y el proyecto de búsqueda
de la verdad The Courage to Look, en la diócesis de
Bolzano-Bressanone.
Curia Romana y colaboración interdicasterial
La tercera sección del documento
explora las competencias de la Curia Romana en materia de protección,
promoviendo un enfoque interdicasterial. En particular, el Informe analiza la
contribución del Dicasterio para la Evangelización - Sección para la Primera
Evangelización y las Nuevas Iglesias Particulares, que apoya a las comunidades
eclesiásticas locales en los diversos territorios, supervisando no sólo la
administración general, sino también las iniciativas de salvaguardia. Esta
Sección asiste a unos 1.200 distritos eclesiásticos y ha participado
activamente en la elaboración del Informe.
Ministerios sociales y protección
La Sección 4 del documento está
dedicada a analizar las diversas dimensiones de la Iglesia en la sociedad,
destacando las realidades que promueven los derechos de los menores y los
adultos vulnerables. La edición de este año presenta una metodología piloto,
aplicada a la asociación laica Opera di Maria - Movimiento de los
Focolares. Acoge con satisfacción las reformas adoptadas recientemente por
el Movimiento, tales como: la creación de una Comisión Central independiente
para el tratamiento de los casos de abusos; una política de información sobre
los abusos sexuales; y directrices para el apoyo y la reparación económica de
las víctimas.
La Iniciativa Memorare
La última parte del documento está
dedicada a los avances de la Iniciativa Memorare: creada por la
Comisión en 2022, ha recaudado fondos restringidos de conferencias episcopales,
órdenes religiosas y fundaciones filantrópicas para apoyar a las Iglesias con
menos recursos del Sur Global. En la actualidad, existen 20 acuerdos para
apoyar Iniciativas Memorare locales en todo el mundo, y una docena están en
proceso de negociación. Entre los implicados se encuentran: Ruanda, Venezuela,
Archidiócesis de Ciudad de México (México), AMECEA - Asociación de Miembros de
Conferencias Episcopales de África Oriental, Provincia Eclesiástica de Chubut
(Argentina), Honduras, Uruguay, Haití, Provincia Eclesiástica de Mombasa
(Kenia), provincia eclesiástica de San Luis Potosí (México), Tonga, República
Centroafricana, Malawi, provincia eclesiástica de Paraná (Argentina), Paraguay,
IMBISA - Reunión Interregional de Obispos de África Austral, Panamá, provincia
eclesiástica de Santa Fe (Argentina), Costa Rica y Zimbabue.
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