Reflexión | P. Ciprián Hilario, msc
Perseverar en lo verdadero
(26
de noviembre 2025, lecturas: Daniel 5,128. Salmo Daniel 3,62-67. Lucas 21,12-19)
Aquí
tienes una meditación clara y profunda de las lecturas del día (miércoles de
la 34ª semana del Tiempo Ordinario, ciclo C), con el tema fundamental:
Perseverar en lo verdadero. Te señalo 5 puntos bien fundamentados:
La
verdad siempre se manifiesta, aunque el mundo la ignore o la desafíe
El
rey Belsasar profana los vasos sagrados del Templo de Jerusalén y organiza una
fiesta idolátrica (Dn 5). De pronto aparece la mano que escribe en la
pared: «Mené, Teqel, Peres». La verdad de Dios irrumpe de forma incontestable.
Incluso en medio del ruido, la soberbia y el poder humano, la Verdad (con
mayúscula) no se calla. Hoy también: aunque la sociedad relativice el bien y el
mal, aunque se ridiculice la fe, la verdad de Dios sigue escribiéndose en la
historia y en las conciencias.
Solo
los que permanecen en la verdad pueden interpretar la verdad
Los
magos y adivinos de Babilonia no pueden leer el mensaje. Solo Daniel,
el hombre que nunca transigió con la idolatría ni con el miedo, es capaz de
interpretarlo. La perseverancia en la verdad no es solo resistencia pasiva:
es la condición para comprender los signos de los tiempos y anunciar con
autoridad el juicio y la misericordia de Dios.
Perseverar
en la verdad exige renunciar al interés personal
Daniel
rechaza los regalos del rey antes siquiera de hablar (Dn 5,17). No busca
honores ni seguridad. Su única recompensa es ser fiel a Dios. En un
mundo que compra y vende convicciones, el creyente perseverante dice como
Daniel: «Quédate tú con tus dones». La verdad no se negocia por cargos,
aplausos ni miedo a perder.
Toda
criatura está llamada a bendecir al verdadero Dios
El
cántico de los jóvenes en el horno (Dn 3,62-67) no es solo una alabanza:
es un acto de resistencia y de verdad en medio del imperio que exigía adorar la
estatua de oro. Sol, luna, estrellas, fuego, montañas… toda la creación obedece
a Dios y lo alaba. Solo el hombre, por su libertad, puede rebelarse. Perseverar
en la verdad es ponerse del lado de todo el universo creado que, sin
palabras, grita quién es el único Señor.
Jesús
nos anuncia el precio y la gloria de perseverar hasta el final
En
el Evangelio (Lc 21,12-19) Jesús es absolutamente realista: «Os
echarán mano y os perseguirán… os llevarán a sinagogas y cárceles… seréis
odiados por todos por causa de mi nombre». Pero añade la promesa más hermosa:
«Ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra perseverancia salvaréis
vuestras almas».
La
perseverancia en lo verdadero no evita el sufrimiento, pero lo transforma en
camino de salvación. No es cuestión de fuerza humana, sino de fidelidad
confiada: «Yo mismo os daré palabras y sabiduría».
Conclusión
para la vida cotidiana
Hoy
se nos pide lo mismo que a Daniel y a los mártires: no doblegarnos ante
los nuevos ídolos (dinero, placer, imagen, ideologías dominantes), hablar con
valentía cuando toque, callar con dignidad cuando no toque, y confiar siempre
en que la Verdad tiene la última palabra… y esa Verdad es Alguien que nos ama y
nunca nos abandona.
¡Ánimo!
Perseverar no es solo resistir: es caminar hacia Aquel que es «el Camino,
la Verdad y la Vida».


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