La Iglesia Hoy | María Martínez López
Bätzing sobre el no al sacerdocio femenino: «Puedes
proponer pero no pedir que se acepte»
Al presentar las conclusiones de la Asamblea
Plenaria de la Conferencia Episcopal Alemana, su presidente reconoció que
siguen siendo necesarios cambios en los textos que el Camino Sinodal debatirá
la semana que viene
El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana,
Georg Bätzing, aseguró el pasado jueves que los obispos alemanes se tomarán en
serio en el futuro «las preocupaciones y sugerencias de los dicasterios del
Vaticano». En la rueda de prensa final de la Asamblea Plenaria, lamentó que
exista un problema de entendimiento sobre la creación de un Consejo Sinodal, y
recordó que su estructura y tareas aún no han sido definidas con precisión.
El lunes, Bätzing informó de
que había respondido por escrito a la carta del Vaticano que, en enero, informaba a los obispos germanos
de que no tenían potestad para crear este organismo. El miércoles, informa el
portal alemán Katholisch, se
hizo público el contenido de la misiva de Bätzing. En ella, aseguraba a los
cardenales Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano; y Luis Ladaria y
Marc Ouellet, prefectos respectivamente de los dicasterios para la Doctrina de
la Fe y para los Obispos, que «tomamos en serio las preocupaciones que han
expresado sobre las cuestiones de un Comité Sinodal y un Consejo
Sinodal».
Precisamente, explicaba, el Comité Sinodal es la
prueba de que los obispos son conscientes de que hay una gran necesidad de
aclaración. «La propuesta original era establecer un Consejo Sinodal
inmediatamente. En el ejercicio de nuestra responsabilidad episcopal, no
pudimos aceptar esta propuesta y el resultado de la consideración conjunta es
el paso intermedio del comité», que está «totalmente en línea con nuestra
directrices».
Las palabras de Bätzing el jueves eran también
respuesta al nuncio en Alemania, Nikola Eterovic. En su saludo al inicio de la
Plenaria, este aclaró el sentido de la carta que el Vaticano había enviado en
enero. Según la «correcta interpretación del contenido de esta carta», «ni
siquiera un obispo diocesano podría constituir un Consejo Sinodal a nivel
diocesano o parroquial».
Los textos «pueden no ser aceptados»
Los intercambios públicos con Eterovic han dado
muestra de la tensión existente entre la Iglesia en Alemania y el Vaticano. Al
final de la Plenaria, Bätzing afirmó que a veces le resultaba casi insoportable
escuchar las explicaciones de Eterovic. Este había explicado en su intervención
que junto al principio petrino, en la Iglesia también hay un «principio mariano
en el que la Iglesia se refleja porque es esposa y novia». Además, en la
«dimensión administrativa» sí se debe dar más espacio a las mujeres. A esto,
Bätzing respondió, dirigiéndose al Papa: «Santo Padre, puedes proponer esto,
sí. Pero no puedes pedir que se acepte».
En el marco de la Plenaria, los obispos dedicaron
el miércoles a una jornada de estudio sobre los documentos preparados para la
quinta y última sesión del Camino Sinodal, que se celebra del 9 al 11 de marzo
en Frankfurt. Bätzing mostró su esperanza de que lo debatido en este marco «nos
haya permitido derribar las barreras para la aprobación» de decisiones
importantes. Aseguró también que han encontrado «una unión abierta y
constructiva»
«Hemos mirado de cerca los textos, por los cuales
un número particularmente elevado de obispos había señalado la necesidad de
contrastarlos y coordinarse». Con todo, reconoció que «aún son necesarios
cambios, que queremos presentar como mociones en las deliberaciones de la
próxima semana». Asimismo, anticipó que se debe contar con que «los textos», o
al menos parte de ellos, «no sean aceptados. Ese es un proceso completamente
normal». En el Camino Sinodal no se trata de qué textos salen adelante, sino de
que «una Iglesia sinodal diseñe sus estructuras y su manejo de la toma de
decisiones de manera participativa y transparente».
Que no haya escándalos
Sobre la posibilidad de que una minoría de bloqueo
de algunos obispos impida la adopción de estos textos, respondió que «deseo
para todos nosotros que no haya un escándalo. Sobre todo, no deseo que
nosotros, los obispos, pudiéramos ser los detonantes de tal escándalo. Que el
buen Espíritu de Dios lo impida».
Bätzing insistió una vez más, como ya hizo horas
antes de que arrancara el encuentro, en que «la gran mayoría de los obispos
apoya las preocupaciones de reforma del camino sinodal y se esfuerza por lograr
cambios duraderos». El objetivo sería acercarse a la gente y abordar los abusos
y violencia y su encubrimiento y superar las estructuras que fomentan los
abusos.
«Nos preocupamos por la única Iglesia de la que formamos
parte. No hace falta decir que esto no siempre es posible sin tensiones,
diferencias de opinión y controversias. Y, por supuesto, está claro para
nosotros que siempre somos parte de la Iglesia católica». En este sentido,
rechazó una vez más las acusaciones de que «la Conferencia Episcopal Alemana se
dirige hacia una iglesia nacional o que estamos persiguiendo divisiones».
La realidad de tensión que se ha vivido en la
Asamblea Plenaria contrasta con los mensajes que había lanzado previamente el
episcopado, que afirmaban que los temas del encuentro serían sobre todo la
situación en Ucrania y Madagascar, la JMJ de Lisboa, un balance de la
visita ad limina en noviembre, junto con el Sínodo
convocado por el Vaticano y que tendrá su primera asamblea general en octubre.
Entre estos temas, el Camino Sinodal se presentaba únicamente como un «foco
adicional».
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