Nuestra Fe | Paolo Ondarza
El Papa: La fe se recibe con inocencia y
apertura de corazón, como los niños
En la fiesta del Bautismo del Señor, el Pontífice ha
administrado esta mañana el Bautismo a 16 niños presentes con sus padres,
padrinos y madrinas en la Capilla Sixtina. "Hoy ellos son los
protagonistas porque recibirán el don más hermoso: la fe".
Un día en el que los niños no sólo son el centro, sino
que se convierten en maestros de fe, porque nos enseñan a recibir el gran don
del Bautismo.
La fe, el don
más hermoso
En el marco de la Capilla Sixtina, en la fiesta del Bautismo
del Señor, el Papa Francisco expresa este concepto con pocas, significativas y
sencillas palabras e imparte el sacramento a 16 niños, entre ellos también
gemelos:
Estamos aquí para bautizar, para dar el don de la fe a
nuestros hijos. Y ellos son los protagonistas de esta ceremonia: pueden hablar,
ir, gritar... Ellos mandan, porque es su fiesta y van a recibir el don más
hermoso: el don de la fe, el don del Señor.
El
"concierto" de los pequeños en la Capilla Sixtina
Los niños son los protagonistas de esta ceremonia,
reitera el Obispo de Roma. Sus palabras son interrumpidas a veces por el llanto
o la vocecita de alguno de los 16 pequeños protagonistas de este día:
Si lloran -por el momento callan, pero basta que uno
dé la nota y comienza el concierto-, déjenlos llorar; si tienen hambre, denles
de comer, tranquilamente, aquí. Si tienen calor, quítenles el abrigo - a veces
el calor hace daño.
Los presentes escuchan a Francisco y la magnificencia
de la Capilla Sixtina deja paso a la intimidad de un hogar, respetando
plenamente el lugar y el sacramento que hoy se administra: niños que juegan y
observan a sus hermanitos recién bautizados, madres que amamantan, familias que
se acurrucan en un abrazo de alegría.
Los niños,
maestros de fe
Estos niños, subrayó el Pontífice, son testigos de
cómo se recibe la fe: "con inocencia, con apertura de corazón".
Dirigiéndose a los treinta padres y padrinos, les recuerda:
"Deseo que sus vidas sean de ayuda para estos
niños; que les ayuden a crecer y acompañen en su crecimiento, porque ésta es
una manera de ayudar para que crezca en ellos la fe. Muchas gracias por vuestro
testimonio, por traerlos aquí a recibir la fe".
Concelebran con el Papa el cardenal Konrad Krajewski,
limosnero papal, y el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, presidente del
Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano. La celebración, como exige
el rito, está marcada por varios signos y actos significativos: la túnica
blanca, la profesión de fe, el encendido del cirio.
No apagar nunca
la luz de la fe
Pensando en la luz de la vela Francisco exhorta a las
familias presentes a atesorar este significativo símbolo:
En los momentos difíciles lleven esta vela a casa. Mírenla
en los momentos difíciles. Esta vela nos lleva a nuestras raíces cristianas: no
la apaguen nunca en sus corazones.
Al final de la celebración, el Santo Padre,
agradeciendo una vez más a los padres por haber dado a los niños la oportunidad
de recibir el Bautismo, les exhortó a recordar siempre esta fecha, como un
cumpleaños:
Que sepan la fecha del Bautismo. Es la fecha del
nacimiento. La fecha del nacimiento es como un cumpleaños. En el Bautismo me
hice cristiano. Enseñen esto a los niños para que lo recuerden cada año.
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